Por Herlaynne Segura J.
En Colombia, Internet lleva alrededor de un lustro incorporándose en los diferentes estamentos sociales a través de las empresas privadas. Pero al contrario de lo que sucedió en España -donde los periódicos incluyeron la edición digital a mediados de los noventa-, los diarios colombianos no hicieron su aparición en la Red hasta hace tan sólo tres años.
La llegada de esta nueva forma de hacer periodismo en medios electrónicos no fue vista con buenos ojos. Incluso hubo quienes aseguraban que los profesionales que lo ejercieran desperdiciarían su carrera; mientras que otros, paulatinamente, comenzaron a ver en la Red una buena herramienta para realizar su trabajo.
Respecto a la formación para preparar a los profesionales, no existen programas establecidos en el área del periodismo digital para brindar capacitación en comunicación alternativa, entendida como Internet, salvo algunas asignaturas en las Facultades de Comunicación Social, algún que otro evento, y un postgrado en la materia que todavía está en fase de diseño.
Algunos directores de medios tradicionales que cuentan con una edición online tienen opiniones contrarias sobre a quién corresponde la formación del periodista digital. Fernando Quijano, jefe de redacción de El Colombiano, asegura que ésta es tarea del propio periodista. "Sólo la empresa debe aportar este entrenamiento en temas muy especializados y para cargos específicos". Por otro lado, los miembros de Prensa Libre, un diario cuyo objetivo es defender la libertad de informar y la seguridad de los periodistas, sostienen que ésta es una responsabilidad compartida entre el profesional y el medio para el cual trabajan.
Santiago Jiménez, de Campus, uno de los periódicos de la Universidad del Valle, afirma que dadas las características de los portales existentes en la actualidad, dedicados al comercio electrónico y desinteresados por los contenidos y la investigación de los temas, no apuestan por la formación de periodistas digitales, más bien aprovechan a los profesionales de redacciones tradicionales y los trasladan al medio digital para lograr sus objetivos. A la pregunta de si considera posible un periodismo de investigación en un medio digital, Jiménez responde que en el panorama actual aún no se piensa en este asunto. Un ejemplo claro es que portales como Laciudad.com ni siquiera cuentan con una unidad de investigación.
Respondiendo a la misma pregunta, Fernando Quijano, pone el énfasis en la redundancia en la que se cae al hablar de periodismo de investigación, pues asegura que esta labor es inherente a la profesión. "La edición digital de un diario es, simplemente, una forma de empaquetamiento de unos contenidos que, por simple definición, deben ser investigados". Además añade que el "empaquetamiento digital" de noticias sí cuenta con otros elementos que pueden nutrir la información, como es la retroalimentación de miles de lectores en todo el mundo, y no de unos pocos que leen el producto impreso".
Frente a una nueva forma de periodismo
Con esto se evidencia el debate sobre la necesidad de que existan dos redacciones paralelas en los medios: la digital y la tradicional. Prensa Libre argumenta que la edición digital sólo resume la información impresa, pues está dirigida a un público que no tiene mucho tiempo de leer, y es necesario que un periodista, diferente al tradicional, se encargue de procesar los datos para llegar a este lector. Entre tanto, Santiago Jiménez sostiene que la redacción digital aún no existe en su periódico debido al poco tiempo que llevan presentes en la Red.
A pesar de estas opiniones contradictorias y definiciones aún no muy claras, lentamente se han ido diluyendo en Colombia las divisiones entre el ejercicio del periodismo digital y el tradicional. Quizá esto se deba a las ventajas que ofrece la tecnología, entre ellas la interactividad con los lectores y el inminente rezago en el que pueden caer las empresas periodísticas, en caso de no girar al ritmo que exige la Sociedad de la Información.
Muestra de lo anterior, son las perspectivas que en esta nuevas tecnologías ven los editores de los medios, que deberían procurar que estos "divorcios" entre redacciones y periodistas se desvanezcan. Esto es posible deducirlo de las respuestas brindadas por los propios implicados: Prensa Libre prevé incluir enlaces, ampliar secciones y diseñar nuevos proyectos para el crecimiento del medio y el desarrollo de un nuevo lector. Por su parte, el Jefe de Redacción de El Colombiano, ve en la edición digital una oportunidad para involucrar nuevos públicos, incluir informaciones "sin autores" enriquecidas por muchas culturas y formas de ver eventos sociales comunes a todo el mundo. Aclara, que "si bien los periódicos tienen muchos años de vida (la versatilidad del papel aún no ha sido desplazada por nada), este nuevo medio de información que es Internet sí supone nuevas formas de ver el mundo y de satisfacer la necesidad de informar a unos lectores cada vez más exigentes". Por último, Santiago Jiménez, de Campus, espera poder incorporar novedades para el 2001, aunque no las especifica.
Un periodismo digital muy especial
Dentro de este contexto, es importante anotar que para hablar sobre periodismo digital en Colombia es imprescindible echar un vistazo a los sistemas alternativos que comenzaron a aparecer a principios de los noventa. Se trata de los "audiorespuesta", que mediante dos lenguajes informáticos, el Foxpro para Windows V.2.5 y el EASE, más la utilización de líneas telefónicas, suministran datos variados y de interés para el usuario. La mecánica es simple: tras marcar un número de teléfono y digitar el código deseado se puede acceder a la información solicitada. Por ejemplo, a través del número telefónico 283 83 83, más una clave, el usuario tiene 255 opciones de consultar la información que le interesa: desde noticias del día, entretenimiento, horóscopos, el pronóstico del tiempo, el estado de las carreteras, la programación de cine y televisión, hasta datos económicos, consultas generales, etc.
De esta manera, se dio paso a otra posibilidad de informar más rápida que la prensa escrita y similar al periodismo de radio. Lo más novedoso era que se hacía a través de uno de los medios de comunicación más utilizados por la comunidad (el teléfono) y, por ende, se estaba haciendo otro tipo de periodismo, en el que se utilizaban las entonces llamadas "nuevas tecnologías".
Todo empezó cuando los directores de los diarios El Tiempo de Bogotá y El Colombiano de Medellín asistieron a un evento en Estados Unidos donde vieron el funcionamiento de estos sistemas y decidieron aplicarlos en Colombia. La tecnología fue importada desde Israel, y en 1993, fueron estrenados los servicios de audiorespuesta llamados La T, de El Tiempo y Salomón, de El Colombiano. Los equipos eran los más costosos de estas empresas y además requerían una supervisión constante, dado el escaso desarrollo de los programas, hasta el punto de que uno de los periodistas debía permanecer de guardia toda la noche oprimiendo una tecla para que los aparatos procesaran la información. Con el tiempo, los ingenieros de sistemas han incorporado nuevos procedimientos que han aliviado esta dificultad, aunque quedan otras por remediar, como la de facilitar la actualización de datos desde casa, mediante el uso de claves y comandos que sólo conocería la persona autorizada.
El éxito de esta experiencia ya podría considerarse como un incipiente periodismo digital. Se demuestra concretamente en Salomón, conocido como "El Teléfono Sabio de El Colombiano", que en el día de su presentación en sociedad causó un colapso telefónico, debido a la gran expectativa generada frente a esta nueva propuesta. Desde entonces, se ha convertido en un medio que recibe 75.000 llamadas diarias, incluso desde otros departamentos del país. A quienes cumplen la tarea de investigar, escribir libretos, grabar las voces e incorporarlas al sistema, se les considera periodistas "digitales".
"Internet de los Pobres"
A finales de los noventa, con la llegada de Internet y la posibilidad de acceso desde universidades y empresas, se temió por el futuro de estos servicios de audiorespuesta. Sin embargo, el índice de llamadas a estos sistemas disminuyó sólo en un bajo porcentaje y tras estudios de mercado, se concluyó que el usuario tenía mayor accesibilidad al teléfono que a Internet, debido a que la infraestructura requerida -un ordenador más conexión- todavía es un privilegio reservado a unos pocos. En un futuro cercano, este aspecto seguro no será igual, pues se prevé que próximamente Internet en Colombia será gratuita: de hecho, ya han llegado algunos programas como Tutopia.com, Gratis1.com y UOL.com, entre otros, que lo ofrecen, aunque todavía no son del todo efectivos. Además, los ordenadores han ido disminuyendo su precio paulatinamente.
Está previsto que los sistemas de audiorespuesta, llamados jocosamente el "Internet de los pobres" seguirán con vida durante unos quince años más, período en el que los expertos en materia de informática calculan que Internet ya será parte de la "cesta familiar" (productos básicos) de los colombianos. El auge de la Red también ha dado paso a la creación de portales como Laciudad.com, que pertenece a Terra o Paisas.com, de Starmedia. Éstos ofrecen una agenda de ciudad y artículos de entretenimiento e interés local. Asimismo, los principales periódicos del país cuentan con una versión digital de la edición en papel que circula diariamente, como El Colombiano, El Tiempo o El Espectador. Igual camino han tomado algunas revistas en papel como Semana, Cambio, o El Malpensante, los canales de televisión y las emisoras de radio, como RCN y Caracol.
Todo esto es realizado por periodistas formados tradicionalmente, pero que, en la práctica, han incursionado en el mundo del periodismo digital y están al frente tanto de la elaboración de contenidos, como de la compilación de información para colgar en la Red. Precisamente, esto último es lo que ocupa la mayor parte de su tiempo: el trasladar contenidos a Internet.
Retomando todo lo expuesto, podría decirse que el periodismo digital en Colombia está en su etapa embrionaria. Se encuentra en el mismo proceso de "incubación" que ha vivido en otros países, entre ellos España. Siguiendo este camino, muy probablemente, en Colombia pronto se comenzará a pensar en la necesidad de que el periodista cree más contenidos propios, y en que hace falta dar prioridad a un periodismo digital de investigación y, en consecuencia, a la generación de conocimiento a través de esta práctica.
Diciembre de 2000. Enredando.com
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